01 diciembre 2008

Fernando Verdasco. No sin la raqueta y la familia

«Ha sido el triunfo más importante de mi vida», aseguraba tras ganar el punto decisivo en la final de la Davis. No mentía. Y es que la vida de Fernando Verdasco (Madrid, 1983) ha girado siempre alrededor de una raqueta. Su familia es propietaria del restaurante «La Cañada» y allí fue donde Verdasco descubrió el tenis. «Todavía no sabía andar, pero cuando dábamos paseos con él en el carrito y nos alejábamos un poco de las pistas, se ponía a llorar y no había manera de callarlo», recuerda José, su padre. Amor a primera vista. A los dos años ya conseguía pasar la bola al otro lado de la red, aunque «abultaba más la raqueta que él», señala el cabeza de familia. En casa, a la hora de calmar el llanto, el único remedio eficaz estaba en la tele. «Nada de dibujos animados. Cuando su abuela no sabía ya cómo hacerle callar, le ponía un vídeo de McEnroe y mano de santo». Y así es como fue creciendo Verdasco, rodeado de su familia y de pelotas de tenis. (en la foto tiene solo 2 añitos y la raqueta que es de madera es más grande que él).

Mientras, en las pistas de «La Cañada», el grupo de tenistas iba en aumento, al igual que el interés de Fer. «Era un «mico», pero siempre estaba danzando por las pistas y a la mínima cogía una raqueta y se metía dentro», apunta «Tati» Rascón, uno de los protagonistas de aquellos primeros sueños del reciente ganador de la Davis. Hasta los cuatro años no pudo comenzar a dar clases con Charly, el primero de una larga lista de entrenadores. Después -a los 10 años- pasaría por la escuela de Víctor Laguardia, quien se emociona al recordar la primera vez que vió a Fernando. «Me quedé impresionado. Charly era mi fisioterapeuta y me estaba tratando el codo. Un día le pregunté sobre los chavales que estaba entrenando y me dijo que tenía a uno que le pegaba muy bien. «Pues vamos a verlo», le dije. Cuando salí y le ví pelotear me dí cuenta de que era muy bueno. «Charly, este chaval juega un montón. ¿Sabe sacar?. Anda, Fernandito, saca un poco...,», le dijo. Ese mismo día habló con su padre y le apuntamos a la liga de Madrid». (en esta foto tiene 9 años).

A los quince años se puso en las manos de Feliciano López, el padre del otro héroe de la Davis. «Yo entrenaba a un grupo de chavales, que eran de lo mejor que había en Madrid», relata Feliciano padre. «Me encontré con un chaval inconstante, pero muy buen competidor. El mejor de los que tenía. El día antes de una competición, si sabía que le iba a tocar enfrentarse con alguno de los del grupo, no venía ni a entrenar, para no cruzarse con ellos».

Los primeros puntos ATP

Su primer gran triunfo fue un Campeonato de España cadete. «Fer era un chico un poco irregular en los entrenamientos. Pero recuerdo que aquella vez, cuando quedaban unos días para ir al Nacional, entrenó como una moto, llegó allí a tope y ganó. Le sobraba talento y tenía un revés increíble», apunta el técnico. Los primeros puntos ATP llegan poco después, durante un circuito de la ITF en Madrid. Un partido de inolvidable recuerdo para Fernando, pero también para su entrenador. «En aquel torneo le tocó enfrentarse con mi hijo Feli en semifinales y lo pasé bastante mal. Por una parte quería que ganara Fer y por la otra Feli. Tenía el corazón partido, así que me tuve que ir de la pista, porque no aguantaba». Al final, fue Feli el que logró el triunfo, pero aquel día Verdasco comenzó a mostrar cosas que otros no tenían. (la foto es cuando con 16 años ganó el primer torneo de su carrera, en Castellón, y lo celebró junto a su padre).

Fue entonces cuando llegó la llamada de Juan Avendaño y el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat. Allí se entrenaban lo mejores tenistas jóvenes del país y Fer necesitaba probar su tenis con ellos, pero una vez allí no acaba de sentirse a gusto y decide volver. «Es muy familiar y en Barcelona se encontraba solo. No se acopló a la vida lejos de nosotros», señala su padre. A pesar de este paso atrás, Verdasco no muestra nunca dudas sobre su futuro. Siempre lo tuvo claro y nunca hubo nada más allá del tenis.

De vuelta en Madrid, comienza a entrenar con Jesús Manteca y gana en Castellón su primer torneo, aunque el salto definitivo en su carrera llega en el Challenger de El Espinar en 2002. Pedro Muñoz, presidente de la Federación Española, le concede una «wild card» para jugar allí, y logra llegar a la final. Esa temporada comenzó el 465 del mundo y acaba el 173, lo que le permite empezar a jugar torneos más importantes. Aquel gesto de Muñoz fue clave en su carrera. A partir de ese momento surge una gran amistad entre las dos familias que hoy sigue. «Ha hecho cosas mal», ha reconocido Verdasco, pero no por eso «voy a decir que se vaya».

Tras otro breve paso por Barcelona, se asienta definitivamente en Madrid. Arropado por su familia y los amigos saca a relucir su mejor tenis y con 21 años acaba la temporada en el puesto 36. Ese año se pone por primera vez a las órdenes de «Pepo» Clavet, que se convirtió a partir de 2005 en su técnico de referencia. «Su gran problema era la mentalidad, pero, después de ver la final de la Davis, parece que ya lo ha superado». Aunque no es un tipo de manías, «Pepo» recuerda que «era llegar a la pista y decir que tenía ir al baño. «Joder, ¿por qué no has ido antes?», le decía yo. Pero no había manera. Casi todos los días igual».

El año pasado, Clavet le dio el relevo a «Tati» Rascón, aquel chaval que entrenaba en «La Cañada» en la infancia de Verdasco y que ha puesto toda su experiencia al servicio de aquel niño que miraba desde detrás de la valla. «En diciembre del año pasado nos volvimos a encontrar y me ofreció viajar con él a algunos torneos. Me encontré con un gran jugador, con uno de los cinco o seis mejores potenciales del mundo a nivel técnico. Le fallaba un poco el aspecto mental». Otra vez la cabeza. Su asignatura pendiente, que ha superado con creces en Argentina.

Punto de inflexión

La Davis debe ser un punto de inflexión en su carrera. Un empujón hacia el top-10. «Ese es el objetivo del año que viene», coinciden «Tati» y su padre. Eso, y Wimbledon, su otro sueño. «Es su torneo favorito. El que siempre ha querido ganar desde pequeñito. Ese, y Madrid», desvela su padre desde la pequeña oficina del «Café de Chinitas», otro de los locales propiedad de la familia. «Siempre que está en Madrid viene por aquí con los amigos». El fútbol es otra de sus pasiones. No se pierde un partido del Madrid y, cuando no está fuera, es un habitual del Bernabéu. Allí estuvo hace poco con Ana Ivanovic, su novia, y una de las mejores jugadoras del circuito femenino. «Una chica sencilla y guapísima», apuntan los más cercanos, «como él». El tapado. El chico que se dormía viendo a McEnroe.
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He copiado integro este artículo del ABC ya que me ha gustado, nos habla de la trayectoria de Fernando Verdasco. Se ve claramente desde niño lo que quería ser.

Me hace gracia como la abuela le calmaba el llanto, con videos de McEnroe jajajaj me hace gracia porque con la mala milk que se gastaba el Sr. McEnroe no se como podía calmar a Verdasco jajajja.

Coincide en el mismo objetivo con Feliciano López, es decir, entrar en el top ten el año que viene y también el sueño de Wimblendon, si sigue como hasta ahora, el camino ya lo tiene bastante andado y conseguirá estar entre esos 10 primeros fijo y la Wimblendon es dificil pero no es imposible, ya vimos lo que le costó ganarla a Rafa, así que todo es ponerse para conseguirlo como él.

6 Responses to “Fernando Verdasco. No sin la raqueta y la familia”

Livy dijo...

Jajajaja...Eso si que es tener las cosas claras desde pequeño, ole por él, y como a Feli, espero que siga jugando así, para poder estar entre los top ten...
En cuanto a lo de "la bola entró", pues como que rarito ya es que le calmase,jajaja
un beso y buen lunes

silvo dijo...

Extraordinario artículo pro_magicalonso, debo darte las gracias porque en él se nos muestra como se forja este gran tenista, sus defectos también viene recogidos en él.

También me ha hechop gracia que fuera ese MCEnroe a quien le ponían de crío, claro como había interrupciones cada poco dadas sus protestas y él parece algo incosntante..., se juntaron el hambre con las ganas de comer jaja.

Va a ir hacia arriba seguro ya que esa tensión que ha aguantado en Argentina, en especial el doble, ya que le he visto crecerse en cuanto oyó aquello de " a estos p...s les vamos a ganar",. en el individual que nos dió la victoria definitiva he visto como Emilio, le debe de conocer muy bien, peleaba porque no se viniera abajo, menudo trabajo el de Emilio.

El padre de Feli tiene que estar muy orgulloso, los dos héroes han pasado por sus manos, menuda papeleta en el enfrentamiento entre su hijo y Verdasco.

He leido que en el Times ha salido un artículo, a raiz de esta victoria española en la que decían que "menos mal que a los españoles no nos había dado por dedicarnos al cricket que si no...", no toda la prensa inglesa es como algunos medios que ya nos están hartando.

Saludos

pro_magicalonso dijo...

jjaja pues si Livy.
Buen lunes para ti también y un beso

pro_magicalonso dijo...

jajjaj pues no había leído eso de los ingleses Silvo, la verddad que más que enojarme me hace gracia, porque con eso quieren decir que si nos hubieramos dedicado a eso seríamos mejores. Saludos

Boris dijo...

me ha encantado el articulo,hasta ahora desconocia muchas cosas de su carrera.ojala a partir del año que viene empieze a ganar torneos importantes.

pro_magicalonso dijo...

Pues si Ryoga, yo también hasta que leí este artículo desconocía muchas cosas de él, ya este año ha cerrado el año con un gran triunfo como es la Davis, así que esperemos que empiece el año con tan buen pie como lo ha terminado y lo veamos como quiere entre los 10 primeros. Saludos